Medicis Bálsamo Reparador 100 ml

Medicis Bálsamo Reparador es un tratamiento tópico intensivo, formulado para la reparación y cuidado de la piel dañada, irritada o extremadamente seca.

Está especialmente indicado para pieles secas, muy secas, agrietadas, irritadas, con rojeces o que han sido sometidas a tratamientos dermatológicos agresivos.

Sus ingredientes principales suelen incluir pantenol (Provitamina B5), manteca de karité, aceites naturales y otros agentes emolientes y reparadores que calman la piel.

Se debe aplicar una capa generosa sobre la zona de piel a tratar, masajeando suavemente hasta su total absorción. Se puede repetir la aplicación varias veces al día según la necesidad.

El Pantenol es un potente regenerador celular que acelera el proceso de curación de la piel, reduce la inflamación y mejora la hidratación cutánea.

Sí, su alta capacidad emoliente y reparadora lo hace ideal para tratar la sequedad extrema y las grietas en zonas como manos, pies, codos y rodillas.

Sí, su formulación suave y reparadora lo hace apto para el cuidado de la delicada piel del bebé, por ejemplo, para la irritación del pañal o rojeces leves.

Es un producto muy recomendado para el cuidado posterior a tratamientos que dañan la barrera cutánea, como tatuajes, peelings o tratamientos con láser, facilitando la regeneración.

No, es un producto de cuidado dermatológico de venta libre y no requiere de prescripción médica.

La mayoría de bálsamos reparadores intensivos están formulados sin perfumes ni colorantes para minimizar el riesgo de irritación en pieles sensibles o dañadas.

Sí, su fórmula está diseñada para ser bien tolerada, siendo apta para pieles sensibles e hipoalergénica.

Un bálsamo reparador tiene una textura más densa y una concentración superior de activos regeneradores y oclusivos, enfocándose en la reparación de la barrera cutánea, no solo en la hidratación superficial.

Sí, sus ingredientes calmantes como el Pantenol y los aceites, proporcionan un alivio inmediato del picor, la tirantez y las rojeces.

Sí, al ser regenerador y calmante, puede ayudar a aliviar la piel tras una quemadura solar leve, acelerando la recuperación de la piel.

Sí, se puede utilizar en zonas localizadas del rostro que presenten extrema sequedad o irritación, como los labios o las aletas nasales.

La duración depende de la frecuencia de uso y de la extensión de la zona a tratar, pero un envase de 100 ml suele durar varias semanas de uso diario moderado.

No, este producto es un bálsamo reparador de cuidado dermocosmético y no contiene corticoides en su formulación.

La Manteca de Karité es un emoliente natural que proporciona una nutrición profunda, restaura la elasticidad y forma una capa protectora que sella la humedad en la piel.

No se debe aplicar directamente sobre heridas abiertas. Es un producto para uso tópico en piel intacta o en proceso de cicatrización.

Si bien no es un tratamiento farmacológico, sus propiedades emolientes y calmantes pueden ser un buen complemento para aliviar la sequedad y la irritación asociada a la psoriasis y el eccema.

Debido a su textura densa, no es ideal para usar bajo el maquillaje, a menos que se aplique una cantidad muy pequeña y se deje absorber completamente.

Suele tener un pH fisiológico o ligeramente ácido, similar al de la piel sana, para favorecer la función barrera.

Su textura densa le confiere cierta resistencia al agua, pero se recomienda reaplicar después del contacto prolongado con el agua o de ducharse.

Sí, es muy eficaz para la sequedad y las grietas de los labios, aplicándose como un tratamiento labial de emergencia.

Su capacidad para formar una película protectora ayuda a proteger la piel del frío, el viento y la calefacción, previniendo la deshidratación y las rojeces típicas del invierno.

A pesar de su densidad, una vez masajeado, se absorbe dejando un acabado protector pero sin sensación excesivamente pegajosa o grasa.

Si bien es hipoalergénico, si se tiene alergia conocida a alguno de sus componentes (por ejemplo, a la lanolina o ciertos extractos), se debe evitar su uso.

Los bálsamos suelen tener un menor contenido en agua y un mayor porcentaje de grasas y activos oclusivos (vaselina, aceites, mantecas), lo que les otorga un poder reparador más intenso que las cremas.