Cuida tu bebé

El bebé acaba de nacer, ¿y ahora qué?

Lleváis nueve meses llenos de ilusión y nervios y ahora que al fin estás en la sala de parto, dando a luz, todo son dudas ¡y más si sois padres primerizos!. Así que aquí vamos a centrarnos en muchos aspectos que seguro te habrán pasado por la cabeza formando un mar de dudas.

El primer llanto de vuestro chiquitín

Es posible que os parezca un poquito radical que nada más nacer, lo primero que hagan en la sala de parto sea pegar levemente al bebé para que llore. ¿Es que no lo ha pasado ya de por sí mal hasta asomar su cabecita al mundo?.

Tranquilos papis, en verdad provocar el lloro del bebé en esos momentos es esencial ya que le ayuda a eliminar los restos del fluido en el que ha pasado estos 9 largos meses sumergido, que pudiera tener en pulmones y garganta. De esta manera le enseñan a respirar por primera vez, aire de nuestro mundo.

Fuera cordón umbilical

Una vez que el bebé respira perfectamente, ya no es necesario que reciba el oxígeno por este cordón, ni el alimento. De no cerrar este cordón el pequeñín se desangraría pero al hacerlo todo su sistema circulatorio se pone en movimiento como un sistema cerrado que es en todo ser vivo.

Bienvenido al frío mundo exterior

Hasta el momento del alumbramiento, el bebé vivía feliz en su mundo interior que era la matriz materna, sumergido en un líquido calentito y conectado a su mamá que le transfería todo lo necesario para desarrollarse. Ahora que ha salido al mundo real su piel se torna violeta de frío, al enfriarse rápidamente al tener toda su piel mojada por el líquido en que estaba (de ahí lo de “romper aguas”, ya que es este líquido el que se expulsa). Las enfermeras lo secarán rápido, lo abrigarán y se lo ofrecerán a sus papás para que se vean por primera vez. En ese momento le viene muy bien que su mamá lo ponga en su pecho dándole calor ya que aunque vea con dificultad, reconocerá a su progenitora por su olor, voz y ritmo del corazón. ¡Ha estado compartiendo todo esto nueve meses!.

La puntuación Apgar

Es el primer análisis médico que tendrá el bebé en su vida. Se realiza al primer minuto de vida y a los 5 minutos de haber nacido y recibe este apelativo “APGAR” ya que se centra en ver la Actividad o tono muscular, el Pulso cardíaco, el Gesto o la irritabilidad refleja (si instintivamente reacciona a una molestia) medida al colocarle un aspirador nasal en su varicilla viendo su reacción, su Apariencia o color de su piel y la Respiración del recién nacido.

De esta manera se puede prevenir y detectar cualquier problema que tuviera el pequeño a nivel interno (funcionamiento de órganos y sistemas) o cerebral.

En cada observación se le da un valor entre 0 y 2 puntos, sumándose el resultado. Los que obtienen un total de 7 puntos o más suelen ser los bebés que han tenido un parto sencillo, rápido y sin complicaciones. Los que obtengan puntuaciones inferiores deberán pasar un leve tiempo en observación para darles el último empujoncito necesario para que puedan irse a casa a iniciar su vida normal

Vitamina K para su sangre

Seguramente verás que tras nacer y hacerle la primera prueba Apsar, se le pondrá una pequeña inyección (en la imagen). No te asustes, es normal y muy necesario ya que en los primeros días de vida el bebé no fabrica vitamina K, tan necesaria para que su sangre funcione correctamente y coagule cuando sea necesario. De esta manera se le previene de que pueda morir desangrado con el más leve rasguño.

Un pinchacito por aquí…

Además de todo esto, al bebé se le realiza un pequeño pinchacito en uno de sus talones (duele menos), para tomar su primera muestra de sangre y descartar así que pueda tener algún defecto de nacimiento (trastornos bioquímicos y genéticos).

Según cada Comunidad Autónoma, se realizan diversas pruebas, además del análisis sanguíneo, para poder detectar y prevenir anomalías y que pueden ser auditivas, táctiles, …

… Unas gotitas por allá

Por lo general, al nacer se le aplica unas gotitas o pomada bactericida, para prevenir posibles infecciones de los ojos consecuencia de infecciones bacterianas contraídas durante el parto.

Su primera vacuna

Además se les suele administrar una primera dosis contra la terrible hepatitis B que dañaría gravemente su pequeño hígado.

¡Al agua patos!

Una vez que se comprueba que el bebé ha entrado en calor y presenta una coloración normal de su piel, se le da el primer baño, a una temperatura idónea para el pequeñín, por lo que no es extraño que algunos se queden dormiditos tras todo el estrés y ajetreo sufrido durante el parto e inmediatamente después de él.

Medidas y brazalete

Finalmente se medirá y pesará para asegurarse que está dentro del rango correcto para su edad y desarrollo, se le tomarán las huellas dactilares (únicas en cada ser humano) del pie y se le pondrá un brazalete identificativo en la muñequita y otro en uno de sus tobillos para asegurarse mejor de su identificación. Otro similar se le pondrá a la feliz y cansada mamá.

Posibles cuidados adicionales

En el caso en que se haya detectado algún tipo de deficiencia, pese o mida menos de lo que debería corresponderle, etc, el bebé es trasladado a la NICU o unidad de cuidados intensivos neonatales. En estos casos es normal que los papás se sientan angustiados por su bebé pero deben pensar que al haberse detectado estas deficiencias tan rápido, en un porcentaje elevadísimo de los casos y gracias a lo último en tecnología y sanidad, los pequeñines son devueltos a sus padres al cabo del tiempo que crean prudencial, en perfecto estado de salud. De no haber sido tratados a tiempo, el bebé seguramente desarrollaría deficiencias que desembocarían en graves trastornos posteriores que podrían causarle incluso la muerte. Pero gracias a los adelantos científicos, todo quedará en una pequeña demora de unos días para tener al bebé sano en casa.

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