Acido Málico

Acido Málico

Acido Málico es un ácido dicarboxílico que se encuentra en muchos vegetales y frutas. Aunque, también es producido de forma natural por el cuerpo humano y se encuentra sobre todo en alimentos agrios o ácidos de sabor.

Cuando se come, produce un sabor amargo suave y persistente, ya que la fuente más común de este compuesto es la manzana, siendo su estructura cristalina, incoloro y soluble en agua.

¿Dónde se encuentra el Ácido Málico?

Las fuentes más ricas de ácido málico son las frutas y verduras, específicamente las manzanas verdes. Entre otras fuentes ricas tenemos las cerezas, albaricoques, arándanos, melocotones, ruibarbo, ciruelas, tomates, peras, piña, grosellas y frambuesas.

¿Para qué sirve el Ácido Málico?

En la actualidad, el ácido málico se utiliza también como suplemento alimenticio debido a los importantes beneficios que ofrece para la salud.

Se encuentra implicado en el metabolismo y la derivación de la adenosina trifosfato (ATP), que juega un papel fundamental en las tasas de producción de energía de todas las células en el cuerpo.

Genera excelentes resultados en el tratamiento de aquellas personas que sufren de síndrome de fatiga crónica y la fibromialgia, que tiende a generar un intenso dolor en los músculos y los tendones.

Además, e un quelante de metales que colabora con la desintoxicación del organismo y cuando se usa en la piel, cierra los poros, aumenta la suavidad de la piel y limita los signos de las arrugas o líneas de expresión.

¿Cuáles son los Beneficios del Ácido Málico en la piel?

Este ácido pertenece a la familia de los AHA por lo es empleado para mejorar la suavidad, luminosidad y firmeza de la piel, siendo recomendable su uso en aquellas pieles con mayor sensibilidad.

Genera excelentes beneficios en la eliminación de los enlaces que conservan la piel muerta y sin luminosidad en la superficie, originando como consecuencia un cutis más suave, con un tono uniforme y rejuvenecida.

Reduce visiblemente las líneas de expresión y las arrugas del rostro originando que la piel se vea más firme, a la vez que le proporciona una mejora en la hidratación.

¿El Ácido Málico puede ser empleado como exfoliante?

El empleo del Ácido Málico favorece la eliminación de las células muertas que se encuentran en la superficie del estrato corneo, originando como consecuencia una mejora en la luminosidad de la piel y en su suavidad.

Se considera un AHA con poca potencia y puede ser empleado en las pieles sensibles que no resisten los efectos del ácido glicólico, siendo recomendable su uso en dosis reducidas para luego ir aumentando según la necesidad de la piel.

Al ser aplicado en las pieles grasas, se origina la eliminación de las células muertas que se encuentran almacenadas en la piel y se evita que se genere la acumulación de suciedad que genere la obstrucción de los poros.

Previniendo de esta manera que se originen diversas infecciones en la piel, a su vez se evita la aparición de los puntos negros y los granos.

¿Cómo ayuda el Ácido Málico contra el envejecimiento?

Con su uso frecuente se origina el retraso del envejecimiento cutáneo, ya que la ingresar en la piel colabora con la elaboración natural del colágeno, elaborando un componente de gran importancia para la conservación de la estructura de la piel.

Al existir niveles óptimos de colágeno en la piel se genera una disminución en la formación de arrugas, conservando una dermis más densa e hidratada.

¿Cómo favorece la hidratación de la piel el Ácido Málico?

Este ácido ayuda a conservar la hidratación de la piel como consecuencia de su intervención en la elaboración del colágeno de forma natural por la piel, originando a su vez que aumente de manera efectiva su restauración natural.

De igual manera, favorece la conservación del equilibrio del pH de la piel, generando excelentes beneficios en las pieles grasas con tendencia acneicas.

¿Cómo se incluye el Ácido Málico en la rutina diaria?

Es recomendable emplear un tónico luego de realizar la limpieza del rostro, originando como consecuencia que se nivele el pH natural de la piel y se adapte al Ácido Málico, el cual debe ser aplicado a continuación.

Es de gran importancia esperar un aproximado de 10 a 15 minutos luego de su aplicación para continuar con la rutina diaria, con la finalidad de que el pH se equilibre y el ácido pueda ingresar a la piel.

Si se aplica algún producto inmediatamente después de la colocación del ácido, este no penetrará en la piel y se perderán sus beneficios.

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